Tomando el té a la hora del aquelarre~♥ -Libre-

Cuanta belleza, cuanta hermosura.
Cuerpos en putrefacción saliendo de las tumbas.
A cada momento, un nuevo muerto.
A cada instante…una nueva alma…
Rompamos la piel comamos la…

Cantaba una alma aquel cántico, Podría, quizá, llamar al diablo, a su creador…y era, en parte, lo que quería hacer.

Su mirada estaba perdida y su pupila dilatada. Estaba en shock…miles de imágenes de su ida al país de las maravillas, pasaban en su mente. Sangre, cuerpos desmembrados, sangre, intestinos, ojos…Aumentando la velocidad, cada vez mas y mas rápido, pasaban ante esos ojos. La inocencia estaba mas que manchada en aquella pequeña…Corrección...la inocencia era algo que ella ya no tenia.

Todos pueden matar…
Como una flor cortar…
Y el dulce manto carmesí..
Empezara a gotear….

Su voz sonaba aterciopelada, llenando a todo el lugar. Aquel infernal lugar en un ambiente tétrico…su apariencia era una pequeña niña. Sus ojos, o lo que quedaban de ellos, eran rojos. No había por que decir mas.

Que tragedia amar…

Su tono parecía cortar el viento, en un murmuro melodioso, sangrante…cortando las palabras una a una, como si quisiera matar a alguien inexistente… Se paro en una tumba, y tomando la cruz, se dejo caer al suelo. Chocando contra alguien, que, no supo quien era.

Lo siento…

Susurro, en tono quedo y frío….mientras que seguía tarareando aquella canción.

Había logrado escaparme de el mercado cuando un imbécil cayó en mi trampa y me libero, yo le arañé y quedó paralizado y atónito ante la diferencia entre lo que se esperaba de una imagen frágil a lo que había pasado.
Corría por aquellas tierras, mirando al suelo, quitando obstáculos, sin rumbo alguno. La tierra iba cambiando de color, tornándose de uno más oscuro, casi gris... Pero no me importaba, ningún obseso del sexo iba a tocarme con sus sucias manos, y para cuando se hubieran dado cuenta de que yo ya no estaba, oh... yo ya estaría muy lejos, o eso esperaba yo...
Levanté algo la vista para ver a donde me habían conducido mis pies en esta ocasión, y una vez más me habían traicionado, me hallaba en un cementerio, de noche... ¿era esto un cuento de terror?
No me importaba, seguí corriendo esquivando y saltando las frías y duras lápidas de piedra, que conmemoraban a un antiguo habitante de este mundo, que posiblemente habría muerto asesinado... nadie moría de viejo en estos tiempos, pocas personas tenían ese privilegio.
Seguí corriendo por aquel cementerio que no parecía tener fin alguno y... todo sucedió muy rápido, vi unos pies, unos pequeños e infantiles pies, y cuando levanté la vista... ví a una pequeña niña tirada en el suelo, la imagen de la pequeña era también la de alguien que quiere 'comerte' en una noche mientras estas en el cementerio.

<< Un cuento de terror... >>

La agarré de la mano para ponerla en pié rápidamente, disculparme, y seguir con mi ajetreada marcha, no quería entretenerme.

- Vaya, ¿qué hace alguien tan pequeña como tú en una noche en el cementerio? - Pregunté casi atragantándome con las palabras por la velocidad que las pronunciaba - Bueno, tengo prisa, no puedo entretenerme pequeña. - Le dije con la misma velocidad.

Así que reanudé mi fuga, pero solo pues unos segundos, pues la niña me había desconcentrado, y no miré al suelo, puesto que una lápida estaba en mi camino, y tropecé torpemente con ella comiendo tierra, aquella muerta tierra que te estremecía al verla.

- Mied-da - Dije mientras escupía la tierra, me había hecho daño en el tobillo y casi no podía levantarme. - Eh tú, pequeña, ven aquía ayudarme, por favor... - Dije ya sin tierra en la boca, aunque con el asqueroso sabor de ella.

La vida de todos un día acabara,
Y la muerte llegara, sera el destino final..

Su voz se quedo callada al mirar al chico..., parpadeo un par de veces, mirándole.El viento soplo, moviendo,solamente, el cabello de la pequeña muñeca. Miro a la gedra, y luego miro al, aparentemente, vació horizonte.

El viento dice que rápido debes seguir...
o aquel del que escapas a ti va a venir...

Curiosamente, seguía cantando, ne la misma melodía... al mismo ritmo, avisándole que vendrían?....¿Quien? no lo sabia, pero, eso le había dicho...que vendría alguien y se llevaría aquel que estaba enfrente...

enfrente?...

Miro a todos lados, si que corría rápido...Se encogió de hombros...mirando a otro lado. Tarareando ahora la canción.

El cielo se volvía mas obscuro y negro, si eso era posible, de lo que ya era...Dando un ambiente que cualquiera con cerebro evitaría, o al menos cualquiera cuerdo.

[Eh tú, pequeña, ven aquía ayudarme, por favor...]

Huyy~~?

Miro a la tumba, así que ahí estaba...Suspiro decepcionada, no corría rápido... Se acerco a el. Era algo ilógico que esperara que esa pequeña niña le ayudara. Sonrió, algo sadicamente.

Fieles sirvientes vengan a mi
que comida tienen aquí...

De varias tumbas salieron algunos muertos. Moviéndose como marionetas sin hilos. Una aterradora visión... Todos se acercaron al gedra, no esperaba que estuviera calmado, puesto que la ultima frase era algo... incomoda. Dos se acercaron, tomando al chico con sus manos a punto de desprenderse. Mientras que lo sacaban otros hicieron una barricada. Al menos si alguien llegaba se asustaría o tardaría en matar a todos.

La pequeña miro al pelirosa de pies a cabeza, sonriendole después.

Vamos, tienes que escapar...o al menos esconderte

¿Pero qué pasaba aquí? ¿Nada era normal? Una niña que llamaba a los muertos cantando, y los muertos me salvaban a mí. Esto sí que era de locos, no sabía uqe era peor, si estar junto a una niña del demonio, o que unos perseguidores me pisaran los talones para encarcelarme y ponerme a la venta de nuevo.

- ¿Có.. cómo has hecho eso niña? - Le pregunté algo asustado.

Mientras, me fuí arrastrando hacia un lugar en el que pudiera ocultarme de mis capturadores. Me escondí tras la columna de una especie de panteón que tenía las puertas cerradas. ¿Qué sería? Ahora eso no me importaba.

- Eh... pequeña, ven aquí y escóndete, los hombres podrían capturarte a tí y venderte como esclava también - A verdad es que era improbable, sus zombies personales se comerían a todos, hasta los huesos. Un escalofrío recorrió mi columna vertebral.

Puso sus brazos en su espalda y le siguió, su paso mas parecía marcha, mientras que miraba al Pelirrosa ser llevado por sus muertos. Le miro curiosa, por que tenia que escapar?...Ella, del único que había escapado era del sombrerero...aunque, quizá fuera como el conejo blanco, quería escapar por que se le hacia tarde...

Quizá...

¿Como?...huyy~~ Soy la hija del diablo...

Susurro con voz tétrica, mientras que sus ojos era cubiertos con sus cabellos. Y, por la seguridad de su voz, cualquiera tomaría como real... Mas solo se quedo mirando la reacción del chico, empezando a reír infantilmente, en un tono que cuidaba que no lo escuchara alguien mas. Era una niña, mentalmente lo era, así que...le gustaba divertirse, jugar.

Cuando canto...suceden cosas...

Se encogió de hombros, mirando a todos lados, para seguirle...¿capturarla?...¿esclava?, seria divertido eso!!... Podría jugar a ver cuantos amos mataba hasta que nadie le quisiera..., mas le hizo caso, y camino hasta donde estaba, escondiéndose también, mientras le miraba. Puso un dedo en sus labios...

Shhh...aquí tampoco es seguro...ellos pueden aparecer, oírte. Estamos en su territorio...

Murmuro, refiriéndose, si, a los sacrilegios, después de todo, el cementerio era su hogar, donde creaban cosas...¿Que cosas? ella no lo sabia, pero si los habia visto.

¿La hija de demonio, o, otra loca sueltra por estas tierras? La verdad, no lo sabía. Al pensar en locura recordé a sombrero loco, que era un claro ejemplo de alguien mal de la cabeza. Pero yo apostaba a que ella era la hija del demonio, sí, invocar muertos no es algo que pueda hacer una niña loca.

- ¿Y quienes viven aquí? - Le pregunté, el lugar me resultaba familiar, pero no lo recordaba con certeza como para saber quien vivía ahí.

Me recosté un poco sobre el pilar para adoptar una posición casi fetal y rodear las rodillas con los brazos para apollar la barvilla en los brazos.

Mi nombre, es Alicia...

Le sonrió infantilmente y se inclino...como una reverencia, mientras que los cadáveres desaparecían en forma de polvo, un polvo azul, que, al levantarse con el aire formando mariposas y dejando ese olor dulce, ahogando el aroma a muerte del cementerio, y escuchando un sonido sordo caer. Debía haber sido el dueño o quien seguía al gedra...

No lo sabia.

Quienes?...Ellos...

La tumba del cuervo estaba cerca, y ellos salían de ahí, solo sabia su nombre por que le habían nombrado..Le daban miedo, entre ellos había uno que se parecía a aquel que le había hecho lo que era ahora, no sabia si era el mismo, pero...el parecido era el mismo...

Y, por los rumores, la locura también...No le gustaba, le asustaba. ¿Por que?...Recuerdos mas, recuerdos menos.

Los sacrilegios...

Murmuro, con voz callada, como si solo con nombrarles les invocara, sabia bien que sus "poderes" no serviría con ellos...al menos, no tan fácil.
Llevo una de sus manos al cabello del otro, dejando una tierna caricia, intentando confortare...No le gustaba ver a la gente triste o preocupada, con miedo si, pero...eran diferentes sensaciones.

Yo soy Enric.

Le sonreí ante la caricia y le invité a sentarse con un gesto de la mano. Pero cuando pronunció a los sacrilegios, tensé las manos cerrándolas y apreté la mandíbula, sólo de escuchar aquella palabra la rabia y la ira invadían mi cuerpo torrencialmente. Dejé aquel tema atrás.

¿Y quién eres?

Sabía que aquella niña que a simple vista parecía la más inocente y desprotegida del mundo, era alguien rebosante de poder que podría aniquilarte de un chasquido, pero la cuestió no era esa, si no quién era.

Se sentó, dejando colgado sus pies, moviendoles infantilmente, era pequeña su altura no daba para que llegara y tocara el suelo. Miro de reojo al chico, parpadeando,¿también les odiaba?...al parecer muchos odiaban a esas personas por ser..."malos". Pero, ella, no tenia conciencia de que era la maldad y que estaba mal.

Quien soy...

Se le quedo mirando, con las pupilas algo mas dilatadas...¿Quien era?...era Alicia...solo eso. O no?. Para ella era así. Pero, no para los demás. ¿Quien era?.

Se llevo un dedo a su boca, mirando al cielo...miles de imágenes pasaron en su mente, imágenes que no tenían sentido uno del otro...parpadeo.

Una niña...Vengo con un...libro....

Murmuro, mirándole, era verdad, aunque lo que había querido decir era de y no con..., había salido de un libro...pero, que mas?, no tenia otra explicación. Quizá en otro momento, cuando supiera mas, podría decirle.

Fui llamada por ellos...pero...¿Tu, quien eres?

Alguien le habia invocado, por lo tanto..., lo sabia, tambien era una gedra.

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