Preservando la cordura - libre-

Solo a mi se me ocurre venir a dar a un cementerio, teniendo gratos recuerdos de ellos, genial, con reproche caminaba, por las largas filas de lapidas, grandes medianas y pequeñas algunas rotas otras nuevas, tal vez sucias o muy limpias, vacias o llenas, ese lugar lo detestaba, pero no poder evitar ir era el mayor problema, como no visitar a su madre abandonada me pregunto si se alegrara que yo le visite a veces considero que no soy la persona que quiere ver llegar a sus pies un suspiro con desagano de sus labios salio y llego a la ya medio vieja lapida, miro el nombre y luego su extransion, pensando, meditando tal vez o solamente teniendo la mente en blanco.

Se cubrio mejor con su chamamrra después de sentir una brisa bastante fria, sus cabellos se revolvieron mas de la cuenta, como sus fuerzas, asi que se sento a un lado recargandose con el duro marmol y cerro los ojos para descansar un rato, cansado de nada, cansado de la misma situacion de siempre.

Aquel lugar se veía tan lucubre, misterioso, terrorífico. Era algo que no le daba mucha importancia Zenón , solo quería llevar aquellas flores a su madre, el encantaban tanto esas rosas cuando había estado viva, Zen con solo recordar como se ponía cada vez que veía ella una de esas flores o le regalaban una, se le hacia divertido. Su madre a pesar de su madurez había actuado todo el tiempo como una niña, sus pacientes le amaban demasiado, muchos sufrieron el día de su muerte, pero era el destino, tarde o temprano iba a suceder.
El rubio llego a la lapida, llevaba un pequeño ramo de Rosas Elina, eran de un hermoso color blanco, parecían brillar entre toda la oscuridad de aquel cementerio, el joven puso allí las flores, las apoyo con suavidad y delicadeza, luego sonrío levemente con un poco de dulzura en su rostro.

- Ah, aun te extraño a pesar de los 60 años que pasaron- dijo en voz baja mientras se agachaba para sacar las malas hierbas que crecían alrededor de la tumba, limpio un poco el lugar. Sus manos quedaron manchadas con un poco de tierra. De repente pudo sentir el frío, era tan extraño sentirle a veces para Zen, el frío aun le hacia recordar que estaba vivo.


((off: perdon ._. me tente!, si no me queres en el tema decime y yo borro xD ON))

((No pasa nada xD estaba libre, espero que no te moleste que escriba en primera persona, lo que pasa esque aun no me respondian cuando lo hice, si te molesta dime y sigo escribiendo en tercera))

Cuanto tiempo me quede dormido, no lo sabia, simplemente había cerrado mis ojos y el sueño me gano, tal vez porque la calidez de mi madre aun podía sentirla atravez de ese concreto duro y frio; era una estupidez pero para mi significaba mucho, porque estaba bastante solo y cualquier cosa que me diera calor bastaba.

Recriminaba a mi madre muchas veces en mi interior, porque me dejo solo, y proque me descuido tanto, ¿que si en verdad me quería? o simplemente solo lo hacia cuando estaba con mi padre.

Me amargaba esos pensamientos así que los esfume, tras despertar de mi sueño, un recuerdo... un lindo recuerdo...

Abri los ojos al escuchar ruidos, mis oidos tan finos que podían escuchar a largas distancias persivio a otra persona, estaba serca y por su olor que llegaba a mi nariz, supeque era un ángel, me recordaba a mi madre. Boztese y lentamente me levante, agudisando mi mriada y vi a quien le pertenecía la fragancía

Estaba a dos tumbas de mi, me sente en la de mi madre y le observe en silencio, porque no me atrevía a interrumpir su momento privado aunque lo estaba invadiendo

Zen no tenia los sentidos tan agudizados, por lo que ni siquiera se había percatado de que alguien se encontraba por allí, estaba tranquilo su cara se veía pacifica, con una expresión dulce y algo amargada. Aun le costaba, no podía ser tan fuerte, se sentía tan solo. Cada vez que iba al cementerio quería llorar, no podía evitar hacerlo a veces. Por ahora solo se le podía ver arrodillado y con los ojos cerrados mientras tocaba la lapida con la mano, era como si estuviese orando o hablando con aquella persona.

“Me siento tan solo", pensó por un momento. Pequeñas gotas de agua salada empezaron a resbalarse por sus mejillas, le dolía sentía un dolor punzante en el pecho en su garganta sentía un nudo, su cuerpo solo temblaba y de vez en cuando parecía tener espasmos, parecía un niño tan débil ante aquel mundo, temiéndole e intentando levantarse por si solo. Se limpio las lágrimas rápidamente mientras pasaba su brazo por sus ojos y se limpiaba rápidamente.

“Ya maldita sea no soy un niño", pensó mientras suspiro y cerro los ojos con fuerza para tranquilizarse un poco. Siempre le pasaba lo mismo cada vez que iba a visitarle por eso odiaba tanto ir, aunque no podía evitarlo quería visitar a su madre y llevarle sus flores favoritas. Era su debilidad aun seguir cumpliéndole sus pequeños caprichos, talvez no estuviera viva pero era como una costumbre para el hacer eso, le era difícil desacostumbrarse a regalarle rosas. De repente un ruido raro se escucho en el ambiente se pareció a una especie de gruñido o algo por el estilo.

- Ah, no comí nada desde ayer- recordó de repente el chico con algo de frialdad en su mirada y marcado desinterés en la misma, parecía no interesarle mucho comer. No cuidaba bien de su cuerpo, prefería trabajar antes que cuidarse, en eso se parecía a su padre ser obsesivo con el trabajo.

((no hay problema XD))

Le observe, parecía que tenía una lucha interna, primero parpadie y lo vi con curiosidad, luego rasque mi mejilla sin comprender y comprendiendo el asunto y luego suspire con cansancio de estar ahí solo viendo y sabiendo que estaba mal, aunque el ultimo comentario me hizo sonreir y casi reír, se me escapo un risilla, descubriendome, se me había caído el telon maldición la rege jm..

Me despeine los cabellos y tome un bocado de aire

-perdon, por interrumpir y meterme pero deberias de comer o ella se preocupara, es importante estar saludable-

Hable al fin metiendo mis manos en las bolsas de mi chamamrra, tenía flojera de moverme así que no lo hice, aún no quería regresar a casa, aún no.

Escucho una pequeña risilla después de hacer aquel comentario, el cual lo había hecho con un tono de voz normal, volteo hacia un lado y pudo ver a un joven, el cual pensó que era muy entrometido, fue descarado al decirle aquello, además era todo un fisgón se había quedado observando toda su escena, hasta cuando lloro que vergüenza para Zenón, el no soportaba que le viesen llorar por eso no lloraba al frente de nadie. Aquello fue algo que le hizo molestar bastante, aunque aquel chico podría que no le hubiese visto llorar, en ese caso estaría mas tranquilo, aun así no se lo preguntaría. No tenia tiempo para mostrar su vergüenza y debilidad al frente de un completo desconocido.

- No es de tu incumbencia- le dijo de una manera fría refiriéndose al comentario que había hecho, ni siquiera sabia su nombre, que derecho tenia de opinar sobre lo que debería hacer y lo que no, los ojos de Zen se vieron fríos al decir eso era un chico que ocultaba sus emociones, pero a pesar de esto tenia ciertos comportamientos que le podrían llamar la atención a cualquiera.
Miro de nuevo la tumba y acomodo las flores, mientras sonrío levemente. Arriba de uno de los pétalos se podía ver una pequeña gota de agua, el chico la seco con su dedo delicadamente, luego acaricio la lapida y las flores con la yema de sus dedos.

“Necesito ir a dormir", pensó mientras se levanto de su lugar y miro la tumba por ultima vez, volvería dentro de una dos semanas de seguro era su costumbre.

Escuche su comentario y simplemente sonrei mas ampliamente, sin importarme, su mirada para mi era común es mas, podía divertirme, pero no en esa ocasion simplemente se había levantado mi buen humor, una vez mas

-lo siento, lo siento, no quería molestarte ni ofenderte-

dije y puse una mano en mi pecho

-Es mas ni son malas intensiones mis palabras, deberías comer, proque ella se pondra triste, como la mía si no me cuide creo que se pondra triste-

mantube siempre mi sonrisa y le observe hacer aquellos actos, podíamos parecernos al ir a visitar a nuestras madres, pero estaba muy seguro que eramos muy diferentes a la vez. que cosas.. que cosas.. pense

-Que descortes soy Ciel Yule-

me presente, por lo menos para reactificar mi descortesía aunque en realidad no me importaba mucho, realmente no me importaba lo que pensara, solo era costumbre, tal vez costumbre que había agarrado de mi trabajo

Aquella actitud de aquel muchacho poco le había agradado, sonreír de esa manera no entendía por que le enojaba tanto la gente sonriente, en especial la que parecía que le tomaba el pelo con tan solo decir dos palabras, el rubio gruño al escuchar las disculpas del chico, si claro como si le fuera a perdonar, además la postura en la que se había puesto le molestaba mas a Zenón por suerte no le dijo nada despreciable a aquel chico.
Pero al escuchar eso de que se pondría triste enseguida reacciono, nunca lo había pensado de esa forma, claro parte de su madre aun le acompañaba no podía hacerle sentir tan mal e intranquila no le estaba ayudando con su descanso pacifico.
Escucho al otro presentarse, Zenón también pensó en hacerlo no era de los que no se presentaban, creía que era de muy mal gusto y educación no hacerlo.

- Zenón A´Quila- dijo el oji-azul en seco mientras miro nuevamente la tumba de su madre y las flores blancas que se encontraban arriba de esta, embellecían aquel lugar gris en el que estaba enterrada su madre.

-Un placer Zenón.. un placer..- mis ojos se entrecerraron y una sonrisa entre maliciosa y traviesa asomo por segundos mis labios, suspire y mi sonrisa de buen humor volvio a asomarse, le tenía un poco de rencor a los seres de razas cual pertenecía yo, siepre era lo mismo en un cementerio, rencor

-jm..- vamos vamos Ciel no es tan malo el rubio cual no come y de mirada fria, platica, platica es bueno convivir, ya es cansado estar muy solo a veces

asenti para mi mismo, de mis propios pensamientos

-¿A que te dedicas Zenón?- pregunte

Realmente no sabía bien como abordar al otro así que pregunte algo sensillo, era lo mas facil, contando que sentía que no debía inmiscuirme en el tema de su madre y su vida personal sn salir con una patada en el trasero por metiche

Amplie mi sonrisa

-Espero que no te moleste que te saque platica, veras estoy algo cansado de estar solo, tengo ganas de charlar con alguien, antes de ir a casa-

exprese sinceramente mis motivos, realmente siempre era sincero, no tenía porque mentir, no le veía motivo

Pudo notar un poco aquella sonrisa maliciosa de parte del otro, no sabia que planeaba pero no le daba miedo aquel tipo, no era cobarde aunque no era bueno peleando era un completo inútil para eso. Pudo verle asentir, Zen arqueo levanto una ceja mientras le miraba, era un tipo raro, ¿que le haría? Luego escucho su pregunta, no pensaba responderla se hizo el tonto como si no lo hubiese escuchado y siguió con lo suyo, no le gustaba la gente entrometida no era que le odiara mas bien le fastidiaban, metiéndose en lo que se entrometían.

-Ja- dijo mientras desvío su mirada en señal de ignorancia, iba a irse pero al escuchar lo de la soledad, pensó en responder la pregunta, se sentía un poco identificado con el. El sentimiento de la soledad era horrible, lo sentía siempre era lo que le quitaba la vida que le quedaba.


- Y-o soy medic-o... no quiero habla-r contig-o - dijo desviando su mirada hacia otro lado, intentando ignorarle, aunque después de aquello le seria imposible. Ignorar a alguien que sentía la soledad en carne propia, era una de sus debilidades saber que alguien sentía lo mismo que el o algo similar sabiendo lo doloroso que era, se sentiría culpable de por vida si le seguía ignorando. Esperaba que solo se cansara de el.